martes, 5 de abril de 2022

Os exhorto a rezar cada día mi amado Rosario; os exhorto a pedir la conversión del mundo entero en vuestras oraciones, en vuestras súplicas, en vuestras oraciones

Mensaje de la Virgen a Mario D'Ignazio en Brindisi, Italia

La Virgen María apareció vestida toda de blanco con 12 estrellas centelleantes alrededor de la cabeza. Tenía el Corazón descubierto y el Rosario en las manos, que nos tendía. Decía:

«Alabado sea Jesucristo. Queridos hijos, vengo de Fátima para recordaros el Mensaje de la Adoración Eucarística y de la Reparación. Vengo para llamaros a vivir y redescubrir este Mensaje tan importante que os ha dado el Cielo. El Mensaje de Fátima debe ser acogido, vivido, amado y aceptado. Seguid el camino de Fátima, el camino de Mi Corazón Inmaculado, como os dicen todos Mis mensajes verdaderos.»

«Pedid a Dios la gracia de la sustitución del corazón por Mi Corazón Inmaculado que representa el verdadero credo católico. Mi Corazón Inmaculado representa el verdadero credo, la verdadera Iglesia, el Pequeño Rebaño. Queridos hijos, es muy importante que emprendáis este Camino misterioso, glorioso, luminoso, el Camino de Fátima el Camino de Mi Corazón Inmaculado que representa el verdadero credo católico.»

«En Fátima os pedí que rezarais Mi Rosario todos los días y en cada una de Mis apariciones verdaderas os pido que recéis el Santo Rosario todos los días, con sencillez, con amor y devoción. No es necesario que realicéis quién sabe qué grandes acciones, obras, es importante que recéis esta sencilla oración evangélica. El Rosario es oración trinitaria, mariana y contemplativa. Es muy importante que lo recéis todos los días, con amor, con devoción y abandono a la Divina Voluntad del Padre Celestial. Rezad Mi Rosario todos los días».

«Queridos hijos, la paz viene del Cielo, viene de la Santísima y Eterna Trinidad Omnipotente y Omnisciente. Vengo a daros la verdadera paz, que tiene un Nombre: Jesús. La verdadera vida tiene un Nombre: Jesús. El único Cristo verdadero, el único Dios verdadero, es siempre Mi Hijo Jesús. Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Él es el único que salva, cura, libera, purifica y santifica junto con el Espíritu Santo. Adorad sólo a la Santísima Trinidad y reconoced sólo a Mi Hijo Jesús como el verdadero Cristo y el verdadero Salvador de la humanidad. Invoca Su Preciosa Sangre».

«Os bendigo con Mi bendición maternal. De manera especial, bendigo todas las velas y cirios traídos a Mi Santa Presencia. Os doy las gracias por el Vía Crucis que tanto Me agrada a Mí y a Jesús. Elevaos más y más. Purificaos cada vez más. Convertíos cada vez más. Abandonad definitivamente el mal, el pecado, el mundo pagano y sed uno con Jesús, sin dejaros confundir por el Adversario que intenta alejaros de Dios, de la oración y del Camino de la Luz y de la salvación eterna. Creed en Nosotros y podremos actuar en vuestros corazones para transformarlos, sanarlos y hacerlos resplandecientes de luz Trinitaria. Os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo».

Importante: La estatua de Nuestra Señora de Fátima lloró lágrimas humanas profusamente, como suele suceder.

Coronilla a Nuestra Señora de la Reconciliación

Al principio rezamos el Credo de los Apóstoles, un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

En las cuentas del Padrenuestro se dice:

Oh Virgen de la Reconciliación, escúchanos e intercede por nosotros en el Cielo ante el Redentor: para que nos conceda gracias de curación y liberación.

En las cuentas del Avemaría se dice:

Oh María Consoladora, llénanos de tu Amor Materno y guíanos por el Camino de tu Inmaculado Corazón.

El Mensaje del Arcángel y Guardián de Mario Barachiel:

«Alabada sea la Santísima Trinidad. Dios Reina. Dios Ama. Dios Salva. Hoy, por la Divina Voluntad, os doy un poderoso instrumento de gracias y conversiones, de liberaciones y curaciones. En honor de Nuestra Señora de la Reconciliación y para pedir gracias a Su Corazón, rezaréis esta Coronilla en honor de la Aparición de la Toda Santa. En las cuentas del Padre Nuestro dirás: Oh Virgen de la Reconciliación, escúchanos e intercede por nosotros en el Cielo ante el Redentor, para que nos conceda gracias de curación y liberación. En las cuentas del Avemaría dirás: Oh María Consoladora, llénanos de tu amor maternal y guíanos por el camino de tu Corazón Inmaculado. Recibirás infinitas gracias y ayuda de Nuestra Señora, la más bella Flor del Paraíso. Es un gran regalo para el Pequeño Rebaño de los Sagrados Corazones. Honrad, honrad a Santa María como Virgen de la Reconciliación, con esta Coronilla, venerando Su Imagen y Estatua, e invocándola siempre, cada día más, difundiendo Sus Mensajes e Imágenes. Entregaos a Ella. Ofrézcanle sus corazones. Ella os colmará como la gran Mediadora de todas las gracias. Esta Aparición de Brindisi es grande, para ser valorada y amada. Estoy con vosotros y os bendigo».

El Arcángel vestía una túnica verde agua y tenía muchas flores cerca de los pies.

Origen: ➥ mariodignazioapparizioni.com